Si te gusta beber vino como a mí, estarás de acuerdo que en el momento menos pensado podemos manchar nuestra ropa, el mantel, o algún tapete con un poco de vino, especialmente si es vino tinto. Pero, ¿qué hacer para quitar una mancha sin tener que tirar la camisa a la basura?
1.- Lo primero que hay que hacer es actuar de inmediato y no entrar en pánico ;-)
2.- Luego pasar unas servilletas de papel sobre la mancha, para absorber la mayor cantidad posible, intentado no tallar ni presionar muy fuerte para no hacer la mancha más grande. El vino, como todo líquido, irá siendo absorbido por los poros de las fibras de la tela, por lo que debemos evitar presionar mucho para no ayudar en ese proceso y empeorar las cosas.
3.- Remojar la mancha en agua para evitar que los pigmentos del vino se adhieran definitivamente a las fibras de la tela. El agua no tiene que estar fría, solo a la temperatura a la que sale de la llave.
4.- Después exprimimos la tela y la ponemos sobre una superficie rígida. Cubrimos la mancha con una cantidad generosa de sal, hasta taparla completamente. Cualquier tipo de sal funcionará, claro que entre más granulada esté será mejor. Esperamos a que la capa de sal seque completamente antes de quitarla, permitiendo que absorba la mayor cantidad de líquido, y de mancha, aproximadamente por 5 minutos.
5.- Ahora sí, remojamos la mancha en agua caliente y veremos que ya casi ha desaparecido. Con esto podremos lavar la prenda de manera regular en la lavadora y no quedará manchada por siempre :-)
Hay otro método que yo no he probado, pero dicen que es muy efectivo. Se trata de remojar la mancha en una mezcla de 1 parte de vinagre blanco con 2 partes de agua para quitar hasta la mancha más rebelde. Tal vez se podría intentar en caso de que los pasos anteriores no funcionen bien debido al tipo de tela de que se trate, o que la mancha ocurra en lugares que no podemos manipular fácilmente, como en el caso de tapetes pesados o alfombras.
Bien, ahora que ya sabemos cómo eliminar las manchas que seguro llegarán en algún momento, podemos disfrutar lo que es verdaderamente importante: la convivencia con la familia y los amigos disfrutando un buen vino. ¡Salud por la amistad y la vida!
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Foto de Kelsey Chance disponible en Unsplash
